Está bueno el encaje

por NellyG

 

 

Sin duda uno de los principales nichos de mercado del Caribe Mexicano es el de bodas, y si no estás involucrado con el tema, preguntarías por qué. Hay dos razones: una, que hay una gran cantidad de personas que gustan de casarse frente al mar, y la otra es que hay hermosas locaciones por las que están dispuestos a pagar mucho dinero para el día más importante de su vida. 

Sin embargo, el problema radica en que los hoteleros han fijado tarifas muy altas que las personas siguen estando dispuestas a pagar. Me parece que no deben abusar, no deben jalar del cordón tanto, que termine por romperse. 30 mil dólares por una boda para 120 personas, ¿es en serio? Pero no sólo eso, las personas que asistan deben hospedarse en el mismo hotel, precio rack, porque si no, deberán pagar 100 o hasta 150 dólares por entrar a las instalaciones. 

Me explico, los novios, ya pagaron por la fiesta para 120 personas, pensemos que algunos invitados a la boda son cancunenses, o turistas que viajaron a la boda, no están hospedados en el hotel, simplemente van a la fiesta; bueno hay que pagar, no entiendo la justificación, dicen que porque el hotel es todo incluido, pero el tema es que los novios ya pagaron por su cena y sus bebidas, y no cualquier cosa, así que se está cobrando dos veces la cena: una a los novios y otra al invitado, ¿Dónde se ha visto esto?

No conformes, llegada la hora estipulada, ejemplo, la 1:00 am y bajo “amenaza” tienes que dejar la instalación, si no, te cobran otros $100 dólares. Por favor, es negocio, pero eso es un abuso.

Por otro lado, dígame por qué cobran a los novios la cena de las personas que sí están hospedadas y que pagaron su todo incluido, ¡ouch! 

Por cierto, lo mismo pasa, o algo similar, con personas que no se hospedan en el hotel sede para alguna convención. No vayan a matar a “la gallina de los huevos de oro”.

 

Air France, el del Concorde y el A380

 

Hace unos días, Air France cumplió 70 años en México, parece fácil, pero cómo han cambiado las cosas, el 27 de abril de 1952, el avión Lockheed Constellation F-BZAT de Air France despegó del aeropuerto de Orly, en París, rumbo a la Ciudad de México, a más de 9 mil kilómetros de distancia. Después de escalas en Gander y Nueva York, transcurridas 22 horas de vuelo, el elegante avión de cuatro motores, con 34 pasajeros, aterrizó en el entonces llamado “Aeropuerto Central de la Ciudad de México”.

Eso era muy exclusivo, 34 pasajeros, 22 horas de viaje, dos escalas, ¿en qué mundo vivimos? Quizá sea la línea extranjera más emblemática de las que ha volado a México. ¿Cómo olvidar el Concorde? Me tocó verlo sobrevolar la CDMX antes de su despedida; después el A380 aterrizó en Cancún, el avión comercial más grande jamás construido. Sólo Air France. 

Hoy Air France conecta desde París con más de 10 frecuencias a la CDMX y con Cancún con KLM hasta 5 frecuencias semanales desde Ámsterdam. 

 

Superando al 2019

 

Sin duda merecen reconocimiento por su esfuerzo, tanto el sector turístico empresarial como oficial. Luego de cuatro meses, este 2022 ya está emparejando números y quizá un poco arriba de 2019. Ha sido un trabajo complicado por la pandemia y sobre todo por no contar con ayuda promocional desde la Federación.

Según me platica Toni Chaves, de la AHRM, la tarifas incluso ya se emparejaron con las de 2019, luego del bajón que hubo que hacer para atraer turistas en pandemia, sin embargo el gasto generado por la limpieza de algas ha reducido la utilidad de muchos de los centros de hospedaje, sobre todo entre Playa del Carmen y Tulum. 

Estuvo aquí el presidente, y no, tampoco ayudará con recurso a municipios y gobierno del estado para enfrentar esa batalla de forma más efectiva; obviamente es una calamidad, porque no se puede trabajar sin desviar el presupuesto de otros muchos pendientes que se tienen en las ciudades turísticas. 

 

Arturo Medina
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