Desde pequeña una de las cosas que aprendí, fue tener un gran respeto hacia las personas de mayor edad a la mía y aquellas que tenían alguna investidura; en ese entonces asumía que las personas mayores eran más sabias y las que tenían alguna investidura eran de alguna manera excepcionales, por ello recibieron esas responsabilidades o reconocimientos.
Hoy siendo ya de ese grupo de edad que merece respeto, puedo decir que han cambiado mucho mis conceptos. Sigo respetando las investiduras, pero no siempre a quienes las ostentan, ya sea porque su comportamiento ha sido falto de valores o porque han lucrado obteniendo beneficios personales usando esas investiduras. Conocemos muchos secretarios de estado, embajadores, diputados y hasta presidentes que caen en este último parámetro.
Esto nos lleva a analizar la importancia de otorgar las investiduras de gobierno a gente realmente respetable.
Platón y Sócrates no estaban muy seguros de que la democracia, en donde el voto de todos cuenta igual, sea la mejor forma de elegir gobernantes. Y tenemos en el mundo moderno varios ejemplos de su razonamiento. Sin embargo ¿Cómo perfeccionar un sistema para evitar que se otorguen votos mediante la manipulación mediática, prebendas o promesas irreales?. Educando, dicen muchos, pero caemos en un círculo vicioso donde nuestro país es un claro ejemplo.
No puedo educar tan rápido, y máxime si los encargados de generar los programas de educación prefieren no hacerlo porque eso les garantiza perpetuarse en el poder. Así que es momento de pensar en otros esquemas alternativos, y no voltear a ver esquemas del pasado, por esos ya hemos pasado… algo nuevo.
Se me ocurre que para poder votar se te capacite en sesiones previas sobre el valor de tu voto…..hmmm creo que será costoso y difícil de implementar. Bueno hay que poner ideas en la mesa. Lo que es seguro es que de seguir así, seguiremos llenando los titulares de funcionarios poco respetables que realizaron actos sin respeto alguno. Corrupción, proselitismo, manipulación y decisiones para beneficio personal inmediato. Pero lo más triste es que la misma comunidad los nombró y los arropa. Piensen un poco: si sabemos que el funcionario es corrupto ¿por qué lo seguimos invitando a nuestra casa?, ¿por qué seguimos respetando a la persona? Deberíamos respetar realmente nuestras investiduras, nuestras instituciones y evitar que sean llevadas por gente que no merece respeto.