Ko’oten tin otoch (Ven a mi casa)

por Redacción

‘Tihosuco histórico’ muestra lo mejor de esa comunidad con diversos productos turísticos, a los que se suma la renta de casas mayas a través de Airbnb

El mundo actual no deja de sorprendernos con sus grandes avances tecnológicos, mismos que facilitan e impulsan un sinfín de actividades, una de estas la turística, la cual basa parte de su vasta oferta en dar a conocer a los visitantes la cultura y tradiciones de nuestros ancestros; ambos elementos –tecnología y cultura ancestral- se combinan en muchos casos para el desarrollo de nuevos productos.

Es así –aprovechando la tecnología para mostrar la cultura maya- que un grupo de 11 jóvenes egresados de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo crean ‘Tihosuco histórico’, para ofrecer diversos tours y actividades en esa comunidad localizada en el municipio de Felipe Carrillo Puerto; dentro de esto lo más novedoso que presentan es el hospedaje en casas tradicionales mayas, que rentan a través de la plataforma Airbnb.

Felipe Neri Dzidz, uno de los líderes del proyecto, detalló que este inicia a partir de una investigación para la realización de diversos planes con el fin de atraer turismo a esa comunidad, por lo que como egresados de la licenciatura en turismo alternativo deciden llevarlos a la práctica con la ayuda de cinco personas mayores.

“Buscamos transmitir nuestra cultura a otras personas; muchas veces los proyectos se quedan en el papel, nosotros los pusimos a prueba para ver si funcionaban; con la ayuda de los maestros de la universidad y de gente de la comunidad hicimos todo este plan de cómo llevarlos a cabo”.

Tihosuco histórico nació hace año y medio para ofrecer actividades como campismo, observación de aves, paseos nocturnos, clases de gastronomía regional y otros; los universitarios se dedicaron a identificar las fortalezas de su comunidad para desarrollar una oferta turística.

Al empezar a ofrecer estas actividades no tardaron mucho en tener visitantes que pedían hospedaje, por lo que el siguiente paso fue ver cómo resolver ese punto.

“Lo que hicimos fue buscar personas que tuvieran casas mayas sin ocupar y pudieran rentarlas por noche; empezaron a trabajar con un plan, para determinar el estado de las casas, ver si tenían baños completos, ventanas, ventiladores, para que nuestros visitantes tuvieran una buena experiencia. Hicieron una lista de todas las familias que cuentan con esas casas y empezaron a trabajar con ellas”, detalló Felipe.

Una vez habilitadas las casas –nueve hasta el momento- empiezan a ofrecer el servicio de hospedaje. Además de pernoctar en una vivienda tradicional maya, el huésped vive la experiencia de convivir con las familias dueñas de las casas, que generalmente viven a un lado de la que rentan, por lo que si lo desean les piden que cocinen para ellos platillos típicos de la región, lo que es una fuente de ingresos extra para el anfitrión. La tarifa que manejan es de 250 pesos por noche e incluye una cena ligera.

En la búsqueda de opciones para tener más visitantes deciden desde marzo pasado incluir su oferta en Airbnb, lo cual les ha dado buen resultado. Las casas son de diferente tamaño, las pequeñas son para hospedar a dos personas y las más grandes a seis. “Si el visitante lo desea puede dormir en hamaca, como es la costumbre aquí, pero si no quiere o no puede tenemos camas; queremos destacar las casas mayas porque se están perdiendo y en la cosmovisión maya es muy importante desde la estructura de la casa hasta cómo están divididas y cómo están pintadas”, indicó.

Tihosuco histórico está abierto a todo tipo de turismo, ya que sus creadores van más allá del negocio, pues su interés principal es dar a conocer la cultura maya y que los visitantes lleguen a apreciarla. (Antonia Rusca)