Después de más de tres años de una compleja disputa legal, finalmente se hizo justicia: los emblemáticos hoteles Mayaland y The Lodge at Chichén Itzá regresaron a su legítimo propietario, Fernando Eugenio Barbachano Herrero, tras una orden judicial que reconoció plenamente sus derechos sobre dichas propiedades.
La restitución de los inmuebles se llevó a cabo en cumplimiento a una resolución dictada por la Juez de Control del Distrito Judicial de Cancún, dentro de la carpeta administrativa 768/2022, fechada el 29 de abril de 2025, que instruyó la entrega inmediata y material de los bienes. El procedimiento se realizó conforme a lo establecido en el Código Nacional de Procedimientos Penales, a solicitud de autoridades ministeriales del estado de Quintana Roo.
En atención a esta solicitud, elementos de la Fiscalía General del Estado de Yucatán, en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública del estado y la Policía Estatal de Investigación (PEI), ejecutaron la diligencia correspondiente para devolver a Barbachano Ponce tanto los bienes muebles como los inmuebles de los hoteles en cuestión.
Este fallo marca el cierre de un prolongado proceso judicial entre Barbachano Ponce y Rodolfo Rosas Moya, quien operó los hoteles durante este periodo en medio de señalamientos sobre presuntas irregularidades contractuales y presiones políticas ocurridas durante el sexenio pasado. La resolución judicial deja claro que hubo elementos suficientes para acreditar un despojo derivado de una compraventa inconclusa.
Hoy, con el respaldo de la ley y la actuación de las instituciones de justicia, se ratifica el derecho legítimo de Fernando Barbachano sobre estos hoteles históricos. Este hecho representa no sólo una victoria legal, sino también un acto de reparación y de confianza en el Estado de Derecho.
Hace unos meses,
En rueda de prensa, Barbachano Herrero y sus abogados sostuvieron que hay una orden precisa de la Fiscalía General de Quintana Roo, la cual falló a favor del empresario, donde solicita a su par de Yucatán entregar el sitio a su “original dueño”.
Recordó que ante el Registro Público de la Propiedad, la familia Barbachano Herrero aparece como legítima propietaria del hotel, con más de 100 años de fundación.
Barbachano y sus abogados señalaron que mediante argucias legales, Rodolfo Rosas obtuvo la posesión física del predio tres años atrás para usurpar la propiedad y operar el hotel con ganancias obtenidas que no le corresponden.
El empresario señaló, en su momento, que las Fiscalías de Quintana Roo y Yucatán permitieron abusos y hasta acusaciones infundadas en su contra por parte de Rosas Moya.
Además, sus abogados expusieron que se cometieron “aberraciones jurídicas al amparo del poder” durante el gobierno del mandatario panista (2018-2024), Mauricio Vila Dosal, y actual senador de la República, para favorecer a Rosas Moya.