San Valentín Godín

por Latitud21 Redacción
Brenda Santana
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Atrás quedaron las fiestas de fin de año, los árboles decorados, los nacimientos, las posadas y las luces de colores. Termina enero, mes en el que se disfrutó de la ‘partida’ de rosca, y hay dos fechas que a todo Godín le emocionan: el 2 y el 14 de febrero. 

Pasada la indigestión por el abuso de tamales en la celebración del Día de la Candelaria, una nueva festividad aparece en el horizonte: el Día del Amor y la Amistad, una oportunidad para expresar el lado cursi que llevas muy, muy dentro de ti para dar un pequeño detalle, o simplemente para ver cómo el amor florece entre los cubículos de tu centro laboral; y es que en el mundo Godinez alguna vez se ha hecho escuchar la frase “yo jamás andaría con alguien de la oficina”, pero pocas veces se cumple esta máxima debido a la naturaleza de las interacciones humanas, que pone a los empleados en constante riesgo de relacionarse sentimentalmente con algún compañero del trabajo, con todas las restricciones y oportunidades que esto conlleva y sin discriminar noviazgos entre jefes directos, superiores, inferiores y demás jerarquías que establece el organigrama.

Sabemos que si tu amor se ha desarrollado en el entorno laboral no es recomendable que le lleves mariachi a la dueña de tus quincenas, pero eso no es en absoluto algún obstáculo para demostrar el amor Godín que se tienen, pues hay muchas otras maneras de demostrar ese sentimiento; por ejemplo, no falta la enamorada que le lleva el desayuno en forma de corazón a su “peor es nada”, o los típicos post-its con mensajes cursis que encuentra la damita Godín pegados en su escritorio, y ni hablar del enamorado secreto que ese día aprovecha para dejar algún detalle, obvio sin remitente, para parecer más misterioso, aunque todos ya saben que es el de contabilidad que lleva enamorado tres años de la recepcionista, quien generalmente es la única que no se ha dado cuenta.  

Pero esta festividad no solo la celebran los enamorados de la oficina, los Godínez también saben ser buenos compañeros y lo demuestran con hechos tan sencillos como la damita Godín que regala las típicas paletas en forma de corazón, chocolates o bombones a cada uno de sus colegas, o la de recepción que te manda ese correo deseándote un Feliz Día del Amor y la Amistad, el cual viene acompañado por la primera imagen que encontró en internet al escribir en Google Día de San Valentín, misma que generalmente es un cupido.

Y no olvidemos el compañerismo que se tiene a la hora de decorar la oficina con papeles en forma de corazón, los cuales fueron impresos con recursos de la empresa, y a color porque es un día especial, ¿o no? También esta fecha es la excusa perfecta para almorzar fuera de la oficina con tus colegas, o para ir por un trago a algún bar para celebrar la ocasión.

Pero no todo termina aquí, actualmente para esta tan esperada celebración en muchas oficinas se acostumbra realizar el tradicional juego del “amigo secreto”, una dinámica que muchas veces es planeada por los empleados y apoyada por la compañía; el chiste de esto es que cada quien elige al azar  a otra persona y, durante una semana completa, todos los días debe darle un detalle. De este modo, no solo a aquellos con novios cursis les toca un poco de cariño en este día. Aunque algunos prefieren que les pasen como “por un ladito”, dando a entender que este tipo de acontecimientos no les interesa; estos son conocidos como  los ‘grinch’, porque odian las muestras de amor más que las canciones de Paquita la del Barrio, ya sea porque acaban de terminar una relación o porque para ellos es una fecha comercial e intrascendente, y prefieren ahorrar el dinero de la tanda. 

Celebrar el Día del Amor y la Amistad en la oficina no solo se trata de los regalitos y detalles, te ayuda a olvidar, aunque sea un rato, que estás ‘foreveralone’, ya que se convierte en el pretexto propicio para compartir entre compañeros, y contribuye al fortalecimiento de la confianza, el trabajo en equipo y el sentido de pertenencia hacia la empresa.