Uniendo esfuerzos

por ahernandez@latitud21.com.mx

La filosofía china del trabajo continuo, la perseverancia y la tenacidad, están impregnadas en la base del Grupo Hong Kong, bajo el liderazgo de Kit Bing Wong, quien conjunta su labor empresarial con actividades altruistas, lo que le valió ser nombrada  gobernadora del Distrito 4195 de Rotary International

En sus 50 años, este destino turístico ha visto florecer muchos proyectos; en el camino se han quedado algunos y otros han sabido sobrellevar las adversidades que se les han presentado. Cancún ha sabido acoger los sueños no sólo de gente mexicana, sino también de extranjeros que han visto aquí la oportunidad de aportar sus esfuerzos con negocios prósperos. Uno de ellos es Grupo Hong Kong, destacado por promover no sólo la gastronomía china, sino también la cultura de ese país.

Con más de tres décadas radicando en Cancún, Kit Bing Wong está al frente del grupo y es referente del mundo empresarial y filantrópico del Caribe Mexicano. Heredera del grupo que fundó su padre, supo abrirse paso en el rubro restaurantero y logró estar al frente de la Canirac, desde donde impulsó iniciativas en beneficio del sector.

Pero además, ha promovido la multiplicación de lazos importantes entre China y México, algo importante tomando en cuenta que nuestro país tiene especial interés en aumentar el turismo del mercado asiático. Hasta antes de la pandemia, por año se calculaba la llegada de más de 60 mil visitantes de ese país al Caribe Mexicano, una tercera parte de lo que llega a nivel nacional. 

Ahora, en plena emergencia sanitaria, le toca estar al frente del Distrito 4195, con 80 clubes distribuidos en los siete estados del sureste mexicano: Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco, Oaxaca, Chiapas y sur de Veracruz, donde ya echaron a andar diversos proyectos de ayuda social en comunidades. 

Para Kit Bing Wong, es la perfecta oportunidad de fomentar el real significado de rotarismo que está basado en ética, valores, servicio y amistad, concretando acciones que ayuden a quien más lo necesita en rubros como salud, agua y saneamiento, prevención y resolución de conflictos, desarrollo económico y educación.

LA ENTREVISTA

¿Hace cuánto y cómo fueron tus inicios en Cancún?

Yo llegué a mis 15 años de edad, en abril de 1986, sin saber hablar español, me encantó el idioma, el mar, todo. Me abrió un nuevo panorama cultural. Al principio fue como vivir una película de 360 grados donde todo era nuevo; poco a poco me fui integrando y cada vez esa película viviente se volvió parte de mi ser. Llegué junto con mi hermano para apoyar a mi papá, Hon Kee Wong (+), quien años atrás había llegado a México para ver la posibilidades de emprender.

Y le fue muy bien…

Sí, el llegó como chef corporativo del restaurante Mauna Loa y después de una década más o menos decidió abrir su propio negocio. Así que cuando yo llegué le hacía falta mano de obra en aquel naciente restaurante Hong Kong, de modo que empecé conociendo y practicando en todas las áreas, escribiendo comandas, luego cobrando y así poco a poco me fui metiendo en el negocio.

El crecimiento fue natural

Sí, como el negocio estaba afiliado a la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera (Canirac), había muchos cursos de capacitación, así que me fui profesionalizando; aprendí desde cómo servir una mesa, la función de una capitana, labores del bar, manipulación de alimentos, y antes de ser presidenta de Canirac tuve oportunidad de asistir a un curso que organizó la organización acerca de gerenciamiento.

De ese Cancún al de ahora, ¿qué diferencias, logros y retos ves?

Cuando yo llegué, Cancún era prácticamente un pueblo, inmaduro en muchos aspectos, en el sentido de infraestructura y servicios faltaba mucho, pero realmente era mucho más natural, un destino más para vacacionar, no tanto con un enfoque comercial. Ahorita ya parece más ciudad cosmopolita, hay mucho desarrollo sobre todo turístico, y eso es bueno, sin embargo, siento que se perdió un poco la esencia de la naturaleza y la sencillez.

Pero además, este crecimiento y desarrollo ha traído problemas diversos, el más preocupante, sin duda, es la inseguridad, que en los últimos seis años ha venido mermando al sector empresarial; nos sentimos vulnerables ante todo lo que ha ocurrido en ese sentido.

¿Pero se puede mejorar?

Claro, yo pienso que todo tiene que tener control para que las cosas caminen bien; debe haber una buena administración, planeación y ejecuciones con orden en los tres niveles de gobierno, trabajar en conjunto autoridades con empresas y sociedad organizada para un bien común. Así podremos mejorar la economía y tener un entorno saludable y en armonía.

DESARROLLO EMPRESARIAL

¿Cómo ha sido el crecimiento de Grupo Hong Kong?

Realmente nos sentimos muy agradecidos y contentos por cómo se fueron dando las cosas desde el principio y que gracias a nuestro trabajo y esfuerzo hoy seguimos teniendo un grupo fuerte. Mi papá empezó en Ciudad de México y cuando abrió el Mauna Loa vino a inaugurarlo, luego como chef y le nació la idea de abrir su negocio. Al principio eran sólo cuatro mesas con servicio para llevar. Luego llegamos mi hermano y yo para ayudarle. 

Actualmente Grupo Hong Kong tiene nueve sucursales exprés y dos restaurantes: uno en Cancún y uno en Playa del Carmen.

Ha sido un largo caminar

Sí, nos sentimos muy orgullosos por haber hecho y seguir haciendo historia en Quintana Roo; fuimos los primeros que implementamos servicio a domicilio (incluso antes que Domino’s Pizza). Desde que iniciamos y hasta ahora siempre con el ímpetu de buscar la mejora continua en el servicio.

Además, atrayendo lo mejor de la cultura china y experiencias nuevas. Por eso cada año tenemos eventos de celebraciones especiales, como el Año Nuevo Chino, el Festival de la  Luna y nuestro aniversario.

¿Cuál es la plantilla laboral y qué ajustes hicieron durante la emergencia?

Actualmente tenemos alrededor de 375 trabajadores y con mucho sacrificio, estuvimos tratando de mantenerlos a todos. De hecho, expreso mi agradecimiento al personal por su comprensión y paciencia. No es un momento fácil para nadie pero estamos haciendo un esfuerzo por apoyarlos a todos, con descansos solidarios en la medida que las ventas van fluyendo. Hay trabajadores que trabajan un día sí y un día no, pero nuestro objetivo es tratar de no dejar a nadie en el camino.

¿Qué tanto fue el impacto en volumen de ventas?

En Cancún volvimos a abrir el restaurante el 1 de agosto, y desde ese día hemos tenido una afluencia de comensales de 15% a 20% de las cifras regulares antes de la pandemia. 

Sólo cerramos dos sucursales de comida para llevar (una en Cancún y otra en Playa del Carmen) y las demás han seguido abiertas, pero cumpliendo con todos los protocolos. En estos casos, las ventas han fluctuado entre 50 y 70%, afortunadamente esto nos ayuda a cubrir los gastos del grupo, porque son momentos difíciles en todo sentido. Por ejemplo, los proveedores han subido hasta 10 y 15% los insumos básicos y el flete desde Ciudad de México se ha encarecido desde 5 a 10% a raíz de la pandemia.

Como restaurante hemos mantenido los precios, tratado de estirar los gastos para que esta crisis impacte lo menos posible al cliente.

Además de las dos sucursales exprés que siguen cerradas, como ajustes de presupuesto prescindimos de otras cosas como la ludoteca y la revista; esta última pensamos hacerla sólo digital para seguir dando difusión a lo que hacemos, pero estamos en el análisis aún.

¿Qué protocolos sanitarios implementados?

Tenemos un protocolo para todos nuestros colaboradores incluso antes de que llegara a México, cuando supimos que se detectó el virus en China actuamos de inmediato para instruir a nuestro personal. Y por supuesto, cuando ya se decretó la pandemia aquí, insistimos y somos muy cuidadosos en el cumplimiento de lavado de manos, verificación del personal en la entrada en cuanto a  síntomas gripales o calentura, aplicación de gel antibacterial, uso de cubrebocas y caretas.

Además, todos hemos tomado los cursos en IMSS acerca del Covid-19 y entorno saludable; hacemos sanitización del lugar y también tenemos la opción del menú digital, que sólo con escanearlo puedes pedir y pagar 100% sin que tengas contacto con personal, sólo con el alimento que llevan a tu mesa. 

También reforzamos el Distintivo H y el Distintivo M acerca de prácticas de manufactura; todo esto, mucho antes de la declaración de pandemia en México.

Al haber sido China el supuesto origen del virus, ¿qué tanto impacto tuvieron en el Grupo Hong Kong?

En inicios sí había mucha sensibilidad de la gente, ataques en redes sociales, por falta de información acerca de la enfermedad hubo gente que decía que no consumieran comida china porque podía contagiarse. Pero nosotros fuimos aclarando que todo nuestro personal es prácticamente mexicano, incluso los cinco chefs radican aquí desde hace tiempo; tienen aquí su familia, entonces no tenemos personal que esté viajando continuamente. Aclarado todo esto y conforme hubo más información al respecto, vimos más estabilidad y un cambio en la percepción de la población.

Pero desde un principio nuestra postura fue la contestación de frente para generar confianza en lo que consumen y en lo que hacemos.

¿Planes de expansión a corto o mediano plazo?

Antes de que empezara la emergencia sanitaria ya teníamos planes de abrir otra sucursal por la avenida Huayacán, porque vemos que es una zona que está creciendo bastante y tenemos mucha clientela en esa zona a la que les queda un poco lejos nuestras sucursales. Entonces conforme veamos signos de recuperación continuaremos con ese plan.

También queremos abrir franquicias y difundir toda la rica comida china que ofrecemos, como la tradición del rollo primavera; queremos que haya franquicias en todo México. Sin embargo, nos hemos ido deteniendo un poco para desarrollar bien el plan. Hemos juntado la experiencia del recurso humano que tenemos, pues hay gente de hasta 30 años con nosotros y nuevos talentos, sobre todo estudiantes gastronómicos y gente con ideas y conocimiento en tecnología e innovaciones. Con esas fusiones estamos trabajando en la nueva marca de franquicias de Grupo Hong Kong.

¿Qué ha sido lo más difícil en tu caminar como empresaria?

Yo recuerdo mucho los momentos después del huracán ‘Wilma’ y cuando empezó la influenza por AH1N1, fueron épocas en que pensamos que íbamos a cerrar porque había muchas deudas de rentas y bancos, más la nómina. Ahí también nuevamente el agradecimiento a todo el personal, porque estuvimos a 50% de salario prácticamente durante tres meses para brincar esos momentos tan difíciles; afortunadamente salimos bien. 

Ahorita con la pandemia si bien es mucho más el tiempo que estamos padeciendo, pero con la experiencia que teníamos estamos tomando decisiones más a tiempo sin esperar. Desde un principio hicimos ajustes y sensibilización con nuestro personal para que todos llevemos un ingreso a los hogares.

¿Cuál es la expectativa del sector restaurantero en esta Nueva Normalidad?

Enfrentamos una situación difícil, porque aparte de las bajas ventas por el impacto de la pandemia, tenemos un golpe muy fuerte los restauranteros que estamos bien formados y establecidos, que pagamos impuestos, porque ahora todo mundo ya vende comida en línea, gente que no paga impuestos y también mucho ambulantaje; ya hasta hay quienes ofrecen comida en la cajuela de los autos o en las puertas de las casas. 

Yo no digo que todos podemos tener la oportunidad de obtener ingresos, pero sí que hay que tener mucho cuidado con las medidas de sanidad e higiene y la autoridad debería regularlo.

A los negocios establecidos nos piden muchos requerimientos que debemos cumplir para operar en cuanto a sanidad y manejo de alimentos. No es lo mismo que un ama de casa prepare comida para cinco o 10 personas que para 50 o 100 personas, porque el manejo es muy distinto. Son riesgos y todo eso nos afecta, es competencia desleal para los negocios establecidos. 

LABOR ALTRUISTA

¿Desde cuándo empezó tu caminar con el grupo de rotarios?

Desde hace más de 10 años; después de que estuve en la Canirac y después del huracán ‘Wilma’, un amigo se acercó para decirme que Rotary International estaba pidiendo formar un grupo y me propuso que hiciera un club de sólo mujeres. Mi respuesta fue que en todo caso me interesaba uno mixto, porque considero la equidad muy importante.

Desde entonces empecé mi aventura de rotarismo, con mucha voluntad para crear momentos de amistad, porque aparte de ser una organización sin fines de lucro, enfocada a la filantropía, Rotary trabaja mucho en la amistad, en fomentar la hermandad y ayudar a los más necesitados y sobre eso hemos reforzado valores básicos del rotarismo como la ética, valor y amistad. 

Recientemente fuiste nombrada gobernadora del Distrito 4195… 

Así es, me siento muy honrada, soy la única mujer de los seis gobernadores que tenemos de rotarios en el país. En mi caso el Distrito 4195 conjunta a Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco, Oaxaca, Chiapas y el sur de Veracruz. Somos más de mil 200 socios de rotarios en todos los distritos. 

En abril está prevista la visita del presidente internacional para encabezar una serie de actos. Por lo pronto mi trabajo se enfocará en seis ejes principales: agua y saneamiento en comunidades, medio ambiente, sembrando la paz para plantar 100 árboles y darles seguimiento de crecimiento para tener un mejor entorno. También  una plataforma para una mejor comunicación y transparencia y vamos a ayudar desde nuestra trinchera a promover a los artesanos y productores locales a través de una plataforma sin costo para que expongan y comercien lo que hacen.

También estás al frente de la Asociación China Latina; háblanos de eso

Fue una asociación que creamos a solicitud de la Embajada China para tener una relación más estrecha. Muchas veces somos vinculación con el gobierno para facilitar alguna relación entre empresas y promovemos el aspecto cultural y hermanamientos. 

Antes de la pandemia solíamos recibir aproximadamente como tres delegaciones semanales, pero ahora está un poco frenado eso.

Sin embargo queremos seguirnos enfocándonos en turismo, cultura, gastronomía y vinculación empresarial.

¿Continúan dando clases de chino mandarín en la plaza Hong Kong?

Debido a la emergencia sanitaria las detuvimos, sin embargo pensamos retomarlas en línea.  

En su momento hemos llegado a tener más de mil 100 alumnos al mes, porque estábamos trabajando mediante convenios con seis escuelas. Además, últimamente nos estábamos enfocando en cursos personalizados para empresas y grupos. 

Los costos son accesibles, de 300 a 500 pesos al mes y muchos eran becados. 

Las clases eran tres semanales de una hora, y un curso viernes y sábado de hora y media. 

¿En qué enfocan la labor de la Fundación Hong Kong por una Paz Sustentable I. A. P? 

Desde que inició el grupo hemos trabajado en muchos proyectos altruistas, en hacer permacultura, en apoyar a las familias haciendo ecosistemas sustentables con huertos desde sus casas, en fomentar hábitos de menos contaminación, estar más sanos y saludables.

Y como somos restauranteros podemos comprarles materia prima de primera y al mismo tiempo ayudar a que produzcan y tengan sustento. Esto ha sido en productos como chile habanero y cítricos. 

Creo que el mercado de China es muy grande y hace falta promover más los productos de aquí en ese país.