- Carta de la Editora
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- Nelly García
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Este 2022 cerrará con muchas pasiones encendidas; las celebraciones navideñas estuvieron precedidas por algunos hechos que dieron de qué hablar. Por un lado, las discusiones a nivel nacional por las marchas en defensa del INE y la contramarcha del presidente; durante varias semanas ese tema causó polémica. Pero la realidad es que los mexicanos siguen polarizados, en ese y otros asuntos, por un discurso que se impulsa desde el gobierno federal. Esperemos que el próximo año la tónica tome otro carisma, porque hay asuntos más importantes que tratar; uno de ellos, la creciente inflación, que no cede y que hoy más que nunca se siente en el bolsillo de las familias.
Por supuesto, el efímero paso de la Selección Mexicana de Futbol en el Mundial de Qatar, cuyos resultados no fueron nada agradables para la afición, que, como siempre, esperaba más. Quizá ese sea el error, la alta expectativa.
Pero en asuntos más cercanos, Quintana Roo cierra con muy buenos números en materia turística, y eso sí es una gran noticia. Muchos vuelos, muchos visitantes y hoteles a tope; el sector gastronómico y toda la cadena de servicios llegan a una temporada invernal con las mayores expectativas, luego de una Semana Santa y un verano magníficos. Muchas cosas se hicieron bien y esos son los resultados.
Además, la pandemia que por fin pareció mermar sus números, fue un gran aliciente para todos los sectores económicos.
Sin embargo, el próximo año un asunto pendiente podría, si no estropear, por lo menos enturbiar el panorama particular con el sector hotelero, por el tema del aumento al Derecho de Saneamiento Ambiental. El tema no es si es válido o no, si es mucho o no, sino si es oportuno y cuáles serán los impactos que tendrá en la afluencia de visitantes.
Sería una lástima que se retrocediera en las buenas cifras. Además, otro asunto a tratar en este tema es la transparencia en el uso de los recursos, porque si se le cobra más a los turistas, se requiere que de verdad ese dinero se ocupe en cosas que beneficien al sector, para que el destino siga siendo competitivo. Ya veremos.
Por lo pronto, esperemos que el espíritu navideño calme un poco los ánimos y que sean el punto de inflexión para que nuestras autoridades tomen mejores decisiones de políticas públicas para arrancar de buena manera el año por el bien de la entidad y todos los que aquí vivimos.