Es difícil concebir al viajero del futuro sin pensar en las plataformas digitales. Compramos viajes a través de la diversas OTA’s que nos ofrecen paquetes de avión, hoteles o cruceros; hacemos reservaciones de restaurantes a través de plataformas especializadas; reservamos nuestra estancia en plataformas de alojamiento temporal; pedimos comida a través de plataformas de entrega a domicilio, y entonces ¿por qué no tener la posibilidad también de solicitar libremente un vehículo que nos traslade de un lugar a otro durante nuestras vacaciones en Cancún? El asunto es claro y creo que las autoridades estatales lo entienden también; Uber está para quedarse, y por consiguiente, tendrá que operar en Quintana Roo.
La historia de esta plataforma de transporte en Quintana Roo data de por lo menos 6 años, cuando iniciaron los acercamientos entre directivos de la empresa y el gobierno del exgobernador Carlos Joaquín. El desenlace lo conocemos, y sucede que las cosas cambiaron radicalmente cuando el Poder Judicial Federal resuelve hace unas semanas a favor de la empresa y se dan los conatos de bronca que todos vimos a través de las redes sociales. Entiendo que el Poder Legislativo estatal trabaja ya para su regularización y operación.
Pero exploremos un poco más sobre los alcances de esta plataforma y sus intereses en el Caribe Mexicano. Si bien conocemos bien a la compañía estadounidense en el campo de los taxis y las entregas a domicilio, quiere extender su influencia en el campo de los viajes. La compañía pretende convertirse en una herramienta indispensable, al permitir que las reservas de restaurantes y actividades de ocio se realicen directamente a través de su aplicación, convirtiéndose así en un gigante del turismo.
Para lograr esto, la plataforma se ha asociado con OpenTable, un sitio estadounidense que se especializa en reservas de restaurantes en línea, y Viator, una compañía de Tripadvisor que ayuda a reservar tours y otras atracciones. Estas dos compañías se han integrado en la función Uber Explore, presentada en marzo pasado. Este último, ha iniciado operaciones en varias ciudades de Estados Unidos, Ciudad de México y Madrid, y permite a los usuarios descubrir lugares recomendados, según varias categorías, como vida nocturna, espectáculos y restaurantes. Estos nuevos servicios se extenderán pronto a otros territorios.
Con Uber Explore, la compañía estadounidense quiere «llevar a sus clientes más allá del viaje», como reveló en un comunicado de prensa. Por lo tanto, está más cerca de las experiencias promovidas por plataformas de hospedaje, que ofrecen, además una gran cantidad de alojamientos y la posibilidad de reservar actividades locales.
Esta no es la primera incursión de Uber en el turismo. En mayo, dio a conocer Uber Travel, que propone importar información relacionada con los viajes (reservas de hotel, vuelos, etc.), y luego planificar sus itinerarios.
Tantas características, que podrían hacer de Uber una de las aplicaciones de ocio y turismo líderes en el mundo. La compañía destacó su concepto de ventanilla única, donde el usuario puede acceder a un máximo de ofertas a través de la aplicación Uber.
Y Uber no tiene la intención de detenerse ni siquiera allí. Bajo la bandera de Uber Travel, la compañía lanzó en agosto pasado una fase de prueba en el Reino Unido sobre una nueva función, que permite a los usuarios comprar boletos de tren o autobús directamente a través de la aplicación. Para ello, la empresa se ha asociado con el sitio de reservas Omio. Esto convertirá a Uber en un competidor importante en la escena de las aplicaciones de reserva.
Aun cuando la intención inicial de la compañía en Quintana Roo es la operación de viajes en vehículo, no hay que descartar su interés por expandir su gama de servicios en el Caribe Mexicano, como ya lo ha hecho en otras partes del mundo; al final del día, así lo está pidiendo el viajero del futuro.