Galu Bakery es un emprendimiento pensado en quienes quieren dar salud y consentir a los gatijos y perrijos
La pérdida inesperada de dos “bebés peludos” a los que adoraban y con los cuales esperaban compartir bellos momentos en Cancún, llevó a Lili Marín y sus hijos a hacer un compromiso que se convirtió en promesa: en honor a ellos dedicarían gran parte de sus esfuerzos diarios en promover y proporcionar una buena alimentación para consentir y brindar bienestar a las mascotas de otras personas que, como ellos, ven en perros y gatos a un compañero más de la familia.
Precisamente la unión de los nombres de Gabanna y Lucio (como se llamaban sus perros) surgió Galu Bakery, un emprendimiento en el que ofrecen productos sanos y de una presentación linda, que deja más que satisfechos a los animalitos.
“Nos dedicamos a ofrecer salud a los peludos, con postres, galletas y snacks, pero retomando la alimentación de antes, sin conservadores ni aditivos”, señala Lili.
Refiere que todos los productos son elaborados en casa, con proteínas como pollo, pavo, huevo y res, mezcladas con verduras que en conjunto dan un sabor delicioso, pero sobre todo, que son alimentos óptimos que ayudan en la regulación del funcionamiento digestivo e inmunológico de las mascotas.
El proyecto inició en julio del año pasado, tanto por la pérdida de Lucio y Gabanna, como por una vía para obtener ingresos y alcanzar una estabilidad económica en plena crisis por la pandemia. En suma, enfocaron de manera positiva un trago amargo.
“Fue una promesa, que a la vez nos ayudó a tener un norte, un rumbo, decidimos apostar por ayudar a otros que tienen animalitos, para darles más salud y a la vez como forma para pasar más tiempo con las mascotas en casa”, comenta.
Asesoría y capacitación
El impulso que la llevó a crear el micronegocio, fue haber contactado, por azares del destino, a través de internet, a Diana Fonseca, una bionutrióloga que de la mano de veterinarios lleva años estudiando la alimentación de los perros; a través del programa “Natural Taste, the real pet food”, da cursos y asesoría para la preparación de alimentos basados en productos naturales.
Con los conocimientos adquiridos, la investigación y la iniciativa, Lili empezó a elaborar galletas de diferentes proteínas, todas a base de harina de avena, que es hipoalergénica, lo que significa que tanto perros como gatos pueden consumirla; sólo no son indicados para los que tengan problemas hepáticos, pues requieren un consumo más controlado, aclara.
En las opciones de lo que preparan hay snacks artesanales, petzas, brownies, helados, gelatinas, muffins e incluso, pasteles de cumpleaños para quienes llevan el amor por sus animales a otro nivel.
“Son productos de alto valor nutricional, elaborados especialmente para ellos, pensando en su salud, con ingredientes naturales que los nutren, a la vez que se divierten consumiéndolos”.
Ella es la que prepara todo; “como buena mamá, me ocupo de seleccionar los ingredientes frescos y de buena calidad para que el resultado sea el esperado”, señala. Sus hijos, Sofía y Ernesto, la apoyan en cuestión de empaque, difusión y publicidad.
Explica que son muy cuidadosos en el empacado, para que duren lo más posible. Detalla que las galletas deshidratadas pueden servir durante dos meses, en envase de vidrio y en lugares frescos, que no les dé el sol, pero que tampoco haya mucha humedad.
En el caso de las gelatinas y muffins, si las congelan se conservan 15 días, pero si las sacan, deben consumirlas máximo en cuatro días.
Dice que últimamente lo que más piden los clientes son los pasteles de cumpleaños, cinco en promedio al mes.
La forma de promoverlo es a través de redes sociales, Instagram y WhatsApp, además de que acuden a bazares en la ciudad, como Local Market, que promueve el consumo con productos sustentables y orgánicos.
Comenta que se acercan más personas pidiendo alimento para perros, porque muchos desconocen que también pueden elaborar para gatos; “tenemos por ejemplo gelatinas de pollo y zanahoria, esa viscosidad les encanta a los mininos; también galletas de atún o muffins de salmón; hacemos todo pensando en el gusto del cliente, en consentir a nuestros peludos”, insiste.
Reconoce que es un poco difícil que la gente entienda y cambie por esta nueva forma de alimentar a perros y gatos; “están acostumbrados a que es más fácil darle un paquete de croquetas, por práctico y porque es lo que los veterinarios y grandes empresas han promovido, pero si miras una tabla de lo que trae hay muchas cosas perjudiciales. Es difícil cambiar el chip, pero ahí estamos en la lucha, prometimos y vamos a sacar adelante esto por honor a la memoria de nuestros bebés perrunos; seguiremos promoviendo que no es lo mismo un perro alimentado con croquetas que con cosas naturales”, destaca Lili.
Por eso, dice que hasta ahora lo más satisfactorio es cuando le comparten las fotos de los animalitos comiendo o recibiendo las galletas o el muffin; saber que les gusta lo que hacemos con tanto esmero y amor”.
- 10 pesos
valen los paquetes de galletas más pequeñas, con 12, pero hay de precios variados, como un paquete de 24 por 150 pesos
- 270 pesos
cuesta el pastel más pequeño y el más costoso, alrededor de $450, dependiendo de la decoración
“Nuestro aporte a las familias que aman a sus mascotas es darles salud en cada galleta, snack o premio; eso permitirá que vivan más años junto a nosotros”.
Lili Marín