SALUD
Si tienes una agenda abarrotada de reuniones de trabajo, no te da tiempo para desayunar y te quedas hasta altas horas de la noche en la oficina a fin de sacar la mayor parte de tus pendientes, sin preocuparte de tu alimentación, especialistas en nutrición y alimentación saludable te proporcionan estas opciones.
Recetas saludables. Mantén una colección de recetas rápidas y saludables. Son fáciles de encontrar en revistas o internet. Cuando tengas una docena para escoger, cámbialas cada semana.
Tener a la mano vegetales y frutas. Los vegetales congelados pueden sustituir a los frescos, además las ensaladas prelavadas y precortadas ahorrarán mucho tiempo.
También un pollo entero cocinado o carnes sazonadas y listas del supermercado agilizarán el proceso en la cocina.
Busca productos convenientes. Es recomendable contar con granos enteros, atún, caldo de vegetales o pollo, hierbas y especias. Con estos alimentos se puede preparar una sopa saludable, una pasta o un curry en muy poco tiempo.
Cocina para varios días. Corta vegetales y utilízalos al día siguiente. Si preparas carne de pavo para una pasta, cocina carne extra y puedes preparar tacos o pimientos rellenos al día siguiente.
Puedes cocinar arroz integral o quinoa extra y congelar la mitad para otro día. Los granos permanecen húmedos y son fáciles de recalentar en el microondas.
Planificar las comidas. Una vez que escojas las recetas compra lo que necesitas para toda la semana y así tendrás todos los ingredientes que necesitas para tus comidas.
Recuerda que tener una buena alimentación no solo redunda en una mayor productividad en el trabajo, sino también te ayuda a prevenir enfermedades y aumenta tu motivación.