¿De qué puede servir ir a China?

por WebMaster

Eso, y otras ocurrencias de este desafortunado secretario federal de Turismo, que muy tristemente solo ha llegado al cargo que tanto anheló para hacer el ridículo.

Es una verdadera pena, y una vergüenza también, que un país tan grande como México, tan rico en todos sentidos y tan importante turísticamente en el escenario mundial, tenga un secretario de Turismo que proponga esquemas que hasta de nombre son ridículos y absurdos como “Tocar puertas”, o como sea que se llame su insensato programa de promoción, si es que a eso se le puede llamar promoción.

Absurdo y ridículo también por donde se le vea el llamado “Consejo de la Diplomacia Turística”, un invento malogrado para tratar de reponer de alguna manera la triste desaparición del Consejo de Promoción Turística de México. Un Consejo este, de la Diplomacia, que no tiene ni pies ni cabeza y mucho menos recursos, que mientras no existan todo lo que digan son puras buenas intenciones, si es que aunque sea eso existe, buenas intenciones, que ya se duda en esta claramente fracasada 4T.

La frustración, el desencanto y el enojo se manifiestan porque siendo el turismo una industria tan noble, una actividad económica tan benéfica para el país con cifras, datos y hechos que lo demuestran fehacientemente, a este gobierno federal parece no importarle en absoluto y para colmo tener a un secretario absolutamente ignorante del asunto, totalmente insensible y con unas propuestas e iniciativas que rayan no solo en lo ridículo sino en la locura.

Un hombre desfasado de la realidad del turismo hace muchos pero muchos años, que se quedó en otra generación; con un discurso desgastado y fuera de época ya hace años, ahora convertido en un aplaudidor de las ridículas posturas del presidente de la república, en un defensor del populismo, que más parece secretario de Desarrollo Social que de Turismo; absolutamente desactualizado, pero además autoritario, a imagen y semejanza de su mentor.

Una verdadera vergüenza para México.

Sus ridículas propuestas incluyen ahora viajes a China, un mercado lejano, inaccesible, en el que por lo menos Aeroméxico ha cancelado sus vuelos. Y en las que involucra a los secretarios de Turismo de los estados que honestamente no entiendo por qué  acceden a acompañarlo y sumarse al ridículo.

La Sectur, de capa caída, sin presupuesto, sin profesionales, sin enfoque, sin brazos de promoción y con un locuaz secretario nos deja prácticamente a la deriva. Pobre México.

Como lo dije hace tiempo en este espacio, que nos quede claro que los empresarios, los turisteros y los destinos turísticos en general estamos solos, cuando menos por los próximos cinco años, con la esperanza de que esto no se prolongue.

No se escandalicen mis ocho lectores, es que hace mucho que no estábamos tan mal y sin timón…