Arturo Medina Galindo
Director NITU.mx • arturo@nitu.mx
Twitter @Arturo_Medina_G
Como siempre cuando inicia un año, hacemos un “reset” y volvemos a empezar, no solo en lo personal sino también en negocios y empresas. Nuevos planes, nuevas estrategias, nuevos nombres, nuevas tarifas, bueno, todo.
Eso sí, está lo que nos proponemos en el terreno de lo posible y lo que francamente entra en el terreno de los sueños o los buenos deseos; en ese terreno entra la cuestión de la promoción turística de México, desdeñada por el gobierno federal y que ha recaído por completo en los estados, algunos de ellos de plano sin posibilidad de escalar sus aspiraciones más allá de lo cercano sin el apoyo antes recibido.
Quintana Roo, bajo el esquema de Caribe Mexicano ha tenido que ingeniárselas para que junto con otros destinos pueda financiar su presencia en las ferias internacionales, debido a que la empresa que obtuvo la “concesión” de la marca México ha cuadruplicado el costo de los mismos espacios que antes ocupaban los participantes en el pabellón.
En 2018, en la última Feria Internacional de Turismo (Fitur) subsidiada por el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), quien quisiera participar tenía un costo de mil dólares por mesa; para la Fitur 2020 el mismo espacio cuesta tres mil 850 dólares por mesa, esto porque ya bajaron el costo original que llegaba a ser cercano a los seis mil dólares.
Caribe Mexicano ha decidido ir solo y rentar espacios a las empresas de Quintana Roo que quieran ir, originalmente dos mil dólares más barato que lo que ofrecía la marca México, es decir, cuatro mil dólares; casualmente el nuevo precio es 150 dólares más abajo que la del Caribe Mexicano. Mucha casualidad para ser casualidad.
Sin embargo, Caribe Mexicano ofrece todos los servicios incluidos (internet, decoración, imagen corporativa y presencia en video en la pantalla del pabellón). Con la salida de Quintana Roo del pabellón México, y sin las empresas del estado que se adhieren a este nuevo proyecto de ir aparte, casi la mitad de los espacios disponibles en 2019 quedarían libres, ya que Caribe Mexicano y empresas de Quintana Roo ocupaban casi la mitad del pabellón.
La pregunta que surge ante estos hechos es: ¿Cómo una empresa, la que tiene concesionada la marca México, puede vender espacios por abajo del costo? En teoría, si es una empresa la idea es que obtenga ganancias, pero al precio que está ofreciendo sale poniendo; lo único que se me ocurre es que la Sectur haya puesto algo de dinero para subsidiar, lo que no sería algo malo, pero sí absolutamente diferente al discurso.
Que 2020 sea un año lleno de éxitos.