Como la mejor idea posible se consolidó la celebración del primer Tianguis Turístico Digital, pero fue tan virtual, que lo único que indicó que la sede era Yucatán, fue el hecho de que el gobernador Vila Dosal habló en la inauguración; el resto se hizo desde una pantalla, cada quien en su lugar de origen.
Fue tan virtual que quienes participaron, en el mejor de los casos, a los que vieron cara a cara fueron a sus compañeros de oficina; fue tan virtual, que los beneficios apenas y se pueden hacer tangibles, fue tan virtual que algunos se preguntan si realmente existió.
Imagina que estar en la plataforma del tianguis tiene un costo, y no cualquier cosa; si no participas te vuelves persona non grata, y si lo haces debes usar la plataforma construida por la Secretaría.
En muchos casos era necesario que más de uno de cada lado participaran en las pláticas, y resultaba que la plataforma sólo servía para compartir links de zoom y terminar platicando en la famosa aplicación.
Imagina que representas a uno de los más importantes destinos de México, y una buena parte de tus pláticas es con personas que viven o trabajan a tres cuadras de tu oficina y con quienes has platicado durante la pandemia más de una vez.
Así de virtual fue el Tianguis Digital; para ser franco, pensé que como los 32 estados de México recibieron un espacio gratuito en la plataforma para hacer sus negociaciones, las empresas también participarían en forma gratuita, así asegurarías a más participantes y más visitantes, todos golpeados por la mayor crisis turística de la historia; pero no fue así, se buscó hacer negocio de este evento, en lugar de que la ganancia real fuera poder negociar la visita de más turistas.
No tengo cómo negar que algún beneficio dejó, pero estoy seguro que de muchas formas, no sólo pudo ser mejor, debió ser mejor.
El Día Mundial del Turismo
El 27 de septiembre se celebró en todo el mundo el Día Mundial del Turismo; la pregunta es si realmente hay algo que celebrar en México en este 2020, en donde la pandemia ha golpeado a la industria de una forma brutal, pero además es una industria que no recibe el menor impulso, apoyo y fomento que jamás pudimos haber imaginado.
Pero eso sí, el discurso dice que la Sectur tendrá un presupuesto inmenso, de las pocas secretarías que no estarán en “quiebra”; esa es la buena; la mala es que el 94 por ciento del inmenso presupuesto es para el Tren Maya, que por ahora no aporta ni un turista; que si fuentes de empleo, que cuando esté listo, que será la panacea, quizá sí, no lo se, pero hoy y en 2021 no habrá nada de nada.
Que la falta de promoción obliga a eficientar el trabajo de los estados y los empresarios; bueno, si no eran eficientes, habría que corregirlos de igual forma, la idea es que siempre hay que ser eficientes, lo que sí han tenido que hacer ambas partes, es complementarse, y ser selectivos para decidir dónde invertir, dejando de lado algunos mercados no tan importantes.
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