- Nelly García
- ngarcia@latitud21.com.mx
La primavera llegó a Quintana Roo para llenar la atmósfera de un ambiente bastante agitado, movido, muy caluroso; y no solamente por las condiciones climáticas, que tanto llaman a disfrutar de días de sol y playa, sino porque es tiempo de que empiecen las campañas, y como dicen por ahí, se va a poner buena la cosa.
Y esperamos que de verdad sea buena, en todos los aspectos, que los candidatos presenten propuestas, recorran la geografía estatal para que conozcan las necesidades de la gente, que escuchen a todos, a los empresarios, al obrero, a los jóvenes, a las mujeres, a los niños, a los deportistas, que no se queden sin enterarse de la realidad que impera en todos los rincones de Quintana Roo; una realidad que en muchos de los casos no es la deseada, porque duele, porque lastima, porque es de puras carencias, injusticias o vejaciones.
Es cierto, no todo es negativo, hay cosas muy buenas, pero seamos sinceros, las áreas de oportunidad, las de necesidades, son por mucho, demasiadas. Es hora de que atiendan los llamados y presenten propuestas de valor, alcanzables, medibles y cuantificables, que las promesas no sean huecas, porque luego, a quien le favorezca el voto el 6 de junio, debe comprometerse doblemente, tanto con quienes lo (a) llevaron al poder, como con los que no creyeron en él o ella; debe cumplir a todos los quintanarroenses, y ese, es un paquete grande, muy grande. ¿Quién estará dispuesto a echarse al hombro esa tarea? Valoremos el sufragio, su importancia y el enorme poder que tenemos los ciudadanos en nuestras manos, el futuro de los próximos seis años depende de ello; no lo echemos en saco roto.
Pero la agitación no es solo política, este segundo trimestre del año se antoja bastante bueno en cuestión turística, con una ocupación hotelera por arriba del 80% y con más de 500 vuelos en promedio; sin duda, la afluencia va para arriba y hay que aprovecharla, no retroceder en el semáforo epidemiológico para avanzar y que la economía siga viento en popa. Hacemos un llamado a todos los prestadores de servicios para que den lo mejor de sí y que, más allá de las propinas (que son de mucha ayuda al bolsillo), se preocupen por generar un buen sabor de boca en los turistas, para que, si la Semana Santa es positiva, desde ahora aseguremos un verano mucho mejor.
Por lo pronto, parece que los impactos globales de la guerra en Ucrania se están quedando en algunos incrementos, esperemos que cada vez se minimicen y los números de inflación en México ya se estabilicen.
Disfruten la temporada de calor, pero recuerden que si viajan, no tiren colillas de cigarros ni botellas en el camino, porque eso puede generar una chispa que provoque un gran incendio. Cuidemos nuestros recursos.